¿Té Chino o de Japón?
¿Cuál es la diferencia entre el té japonés y el chino?
Una de las grandes preguntas entre los que se inician en el mundo del té es si es mejor un té que otro. En principio, solemos tener en mayor estima al té de Japón, pero, ¿está realmente justificada esta afirmación?
La leyenda del té nos remonta a la antigua China, hasta el emperador Sheng Nung unos 5.000 años atrás. Los historiadores afirman que el té se originó en China como bebida medicinal. No fue hasta el siglo VI d.C. cuando los monjes japoneses al regresar de sus viajes a China fascinados por el té, lo llevaron a Japón. Bajo el estímulo del emperador Saga, seguidor de los monjes budistas, Japón empezó a cultivar el té y a crear un legado en torno a esta bebida.
Analizando la historia, vemos que hay siglos de diferencia en torno al cultivo o la cultura del té. China fue el país de origen y la cultura del té se fue expandiendo cautivando Tealovers por el mundo.
En cuanto a las ceremonias del té, en ambos países se han ido desarrollando a lo largo de los siglos una serie de liturgias adaptadas a cada país, resultando cada una de ellas fascinante y diferente. Desde Tcompany no podemos hacer un ranking de “ceremonias del té”, porque todas están basadas en raíces, cultura y son fascinantes.
Variedad China
China posee la mayor variedad de tés en el mundo. Este extenso país nos ofrece paisajes de ensueño que embelesan a los visitantes de cualquiera de las regiones productoras de té, cada una única en su propio terroir, desde los acantilados rocosos de Wuyi en Fujian, hasta las montañas cubiertas de nieve en Yunnan. China es sin duda la cuna del té y cuenta con los tipos de tés más raros, buscados y exclusivos.
Japón, especialistas en té verde
Mientras que China nos ofrece un extenso catálogo de las 6 variedades de tés, Japón cultiva predominantemente tés verdes únicos. La variedad de tés verdes japoneses de Tcompany provienen principalmente de Fukujyu, Uchiyama, o Uji, reino del Gyokuro, el té verde más apreciado de Japón.
Tés de China
Contrariamente a Japón, China ha refinado el arte de procesar las hojas de té de muchas maneras diferentes. Desde el té Pu Erh, fermentado, pasando por el té Oolong semioxidado, el té verde secado con flores de jazmín, hasta el té ahumado como el Lapsang Souchong por citar varios ejemplos. Dichas técnicas se transmiten de generación en generación y son los pilares del éxito y de la calidad del té chino.
Nuestro Lung Ching orgánico es un bello ejemplo de un té horneado a mano en un wok caliente, empujado contra los lados de la sartén en calor seco que le da un acabado plano icónico y un color maravillosamente herboso. El sabor final es aterciopelado y dulce.
Los tés Oolong chinos se encuentran también entre los más apreciados. A menudo, se tuestan sobre carbón para finalizar el proceso de secado. Es lo que le da a nuestro Ti Kuan Yin su riqueza característica con un toque tostado.
Los tés verdes chinos son generalmente dulces, vivos y rebosantes de delicado sabor primaveral.
Tés de Japón
Haciendo del arte la producción, los japoneses han aportado grandes innovaciones al mundo del té. Desde cubrir las planta de té para protegerlas del sol, a procesar las hojas por medio de túneles de vapor en lugar de woks. ¿El resultado? Tés verdes intensos con notas vegetales y a umami de altísima calidad como el Sencha o el Gyokuro y el sabor único del Matcha, molido laboriosamente en un polvo fino.
A modo de resumen, existen dos grandes diferencias entre el té chino y el japonés.
- El té chino se fija en woks o sartenes y el té verde japonés se fija en túneles de vapor. El wok aporta notas vegetales tostadas, mientras que el vapor se caracteriza por potenciar las notas vegetales hervidas.
- Los tés verdes japoneses son ricos en umami
Tés famosos de China
Tés famosasos de Japón
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